¿Cuántos venezolanos viven con alergias alimentarias? Hallazgos clave 2023‑2024

En Venezuela la investigación sobre alergias alimentarias es todavía escasa, pero los datos más recientes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de revistas médicas locales empiezan a dibujar un panorama claro: niños y adultos muestran sensibilizaciones cada vez más complejas, con los cereales y los frutos secos a la cabeza.

1. Lo que mide la ciencia local

En un estudio descriptivo realizado en el Instituto de Inmunología Dr. Nicolás E. Bianco C. (UCV) se analizó a 100 pacientes mestizos entre enero‑abril 2023. El 34 % presentó IgE positiva a determinantes de reacción cruzada de carbohidratos (CCD) y esta positividad se asoció a sensibilización múltiple, sobre todo a cereales como avena, trigo y maíz; la proporción masculina fue 53 %.[1]

2. Una prevalencia pediátrica que no puede ignorarse

Aunque la literatura global sitúa la prevalencia de alergia alimentaria infantil entre 4 % y 6 %, un caso clínico publicado en Anales Venezolanos de Nutrición muestra que los cuadros de multi‑sensibilización comprometen el crecimiento y la salud intestinal de los preescolares venezolanos, subrayando la necesidad de diagnóstico y acompañamiento temprano.[2]

3. ¿Cuáles alérgenos preocupan más?

El trabajo de la UCV detalla que, entre los positivos, los alérgenos más frecuentes fueron:

Alérgeno % de pacientes sensibilizados
Cerdo 64 %
Cangrejo 43,6 %
Avena 28 %
Camarón 25,6 %
Nueces 23 %
Maíz 20,5 %
Trigo 17,9 %

Estos porcentajes reflejan tanto las preferencias culinarias como los patrones de disponibilidad económica en el país. El cerdo —proteína de costo accesible y base de embutidos populares— domina la dieta en el centro‑occidente, mientras que los crustáceos forman parte de la tradición costera y de la cocina festiva en todo el litoral. Las harinas de maíz, trigo y avena son pilares de preparaciones diarias (arepas, empanadas, panes artesanales, avena para el desayuno); cuando se procesan en molinos mixtos, la contaminación cruzada se vuelve un riesgo añadido. El incremento de importación de nueces y snacks con trazas de frutos secos en los últimos cinco años —favorecido por la dolarización parcial de la economía— explica el repunte de esa sensibilización.

Por qué importa cada uno

  • Cerdo (64 %): Marinado con aditivos y colorantes, el cerdo procesado puede potenciar la respuesta inmune y enmascarar síntomas.
  • Cangrejo (43,6 %) y Camarón (25,6 %): Comparten tropomiosina con ácaros domésticos; la reactividad cruzada agrava cuadros asmáticos.
  • Avena (28 %): Frecuentemente contaminada con gluten en plantaciones mixtas; los pacientes celíacos presentan doble riesgo.
  • Maíz (20,5 %) y Trigo (17,9 %): La sobreexposición desde edades tempranas —arepa, cachapa, pan campesino— favorece la sensibilización primaria.
  • Nueces (23 %): La exposición crece por la tendencia a dietas «fitness» y productos de repostería importados.

En conjunto, estos datos exigen programas educativos de rotulado claro, mejoras en la trazabilidad de granos y mariscos, y la creación de protocolos domésticos de cocina para reducir la exposición inadvertida.

4. Qué significa para las familias

  • Diagnóstico integral: Combine pruebas de IgE específica (sérica y por componentes) con historia clínica detallada y, cuando sea posible, pruebas de provocación controlada. Lleve un diario de alimentos y síntomas durante al menos 14 días para ayudar al alergólogo a identificar patrones. Recuerde que la positividad a CCD puede generar falsos positivos, por lo que la correlación clínica es indispensable antes de indicar dietas de eliminación que puedan comprometer la nutrición.
  • Etiquetado vigilante: Revise siempre la lista de ingredientes y las leyendas de «puede contener» o «procesado en líneas compartidas». Priorice productos con certificación de laboratorio (< 20 ppm de gluten o pruebas ELISA para frutos secos) y verifique la fecha de análisis en nuestro sello Freevia. Durante las compras a granel, solicite al proveedor certificados de calidad o fichas técnicas actualizadas; muchos incidentes de exposición ocurren por cambios de formulación no anunciados.
  • Soporte nutricional: Trabaje con un nutricionista clínico para diseñar menús que sustituyan los grupos de alimentos restringidos manteniendo densidad calórica y micronutrientes clave (calcio, hierro, omega‑3). Introduzca progresivamente fuentes seguras de fibra prebiótica (plátano verde, yuca) para fortalecer la microbiota y reducir el riesgo de permeabilidad intestinal asociada a inflamación crónica. El caso clínico de 2020 demostró que una intervención de 6 meses con seguimiento nutricional incrementó la talla‑peso Z en +0,4 y disminuyó la frecuencia de urgencias por reacciones adversas en 60 %.

Referencias

Instituto de Inmunología Dr. Nicolás E. Bianco C. UCV. Prevalencia de sensibilización múltiple mediada por CCD en pacientes venezolanos. Caracas, 2023. PDF

Sánchez, L.; Martínez, M. «Alergias alimentarias, estado nutricional y salud intestinal, la experiencia en un niño preescolar». Anales Venezolanos de Nutrición, vol. 33, nº 1, 2020, pp. 61–66. Resumen SciELO · PDF

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